El buque "Magallanes". Por Juan Carlos Díaz Lorenzo. Escala en Tenerife:
La construcción del Magallanes marcó un hito en la historia de la Compañía Trasatlántica y de la Marina Mercante española. La ceremonia de su botadura se realizó el 1 de mayo de 1926 y estuvo amadrinada por la reina Victoria Eugenia. El 8 de agosto de 1928 hizo las pruebas de mar y fue entregado a sus armadores y el 2 de octubre siguiente inició su viaje inaugural.
El trasatlántico Magallanes tiene buenos recuerdos en el puerto de tinerfeño, en el que realizó su primera escala el día 17 de julio de 1930, procedente de Cádiz en viaje a La Habana. Primero había hecho la línea Mediterráneo-La Habana-Nueva York, y meses después, ante la necesidad de una reducción en el itinerario pasó a desempeñar la línea de Barcelona-Venezuela-Colombia con escalas en Cádiz, Santa Cruz de Tenerife, San Juan de Puerto Rico, Santo Domingo, La Guaira, Puerto Cabello, Curazao y Cartagena de Indias.
Con seis viajes al año, el Magallanes se mantuvo en la línea Barcelona-Nueva York hasta 1933, alternando con escalas en Tarragona, Valencia, Alicante y Málaga y desde Santa Cruz de Tenerife continuaba en demanda a Santiago de Cuba y el resto del itinerario.
La vida marinera del trasatlántico Magallanes transcurrió sin novedad hasta 1936.
La Guerra Civil (1936-1939) en el bando nacional:
El 18 de julio se encontraba en La Coruña y quedó en la zona nacional. El día 22 -capitán, Manuel Morales Muñoz- salió de viaje con destino a Méjico, regresando en septiembre cargado de material y pertrechos. A su recalada en Cabo San Vicente fueron a esperarle el crucero Miguel de Cervantes y varios destructores, consiguiendo llegar al mediterráneo con su escolta. Luego hizo dos viajes al mar negro y en el segundo, al zarpar el 11 de junio de 1937, abordó primero al destructor Alcalá Galiano y al alcanzar el paso de los Dardanelos, el 25 de junio embistió y echó a pique el mercante italiano Capo Pino.
A instancia de los armadores italianos se consiguió el embargo del trasatlántico español por las autoridades turcas para responder de los daños del accidente. De esta forma el Magallanes quedó internado en aguas extranjeras hasta el final de la guerra. El entonces presidente de la compañía, José Bertrán y Musito, negoció la indemnización ante las autoridades turcas y regresó a España en diciembre de 1939 bajo mando militar, siendo su comandante el capitán de fragata Francisco Núñez Rodríguez.
Tras su arribada a Cádiz fue sometido a una modernización de sus instalaciones, quedando con capacidad para 607 pasajeros repartidos en las tres clases tradicionales y una tripulación de 180 hombres. En las bodegas podía cargar 2100 toneladas y a continuación fue destinado a la línea de Centroamérica.
De este barco y de su gemelo Marqués de Comillas, González Echegaray escribió que
"el esfuerzo en los días difíciles de la última guerra mundial nunca será suficientemente recompensado; eran los dos únicos trasatlánticos neutrales que cruzaban el Atlántico Norte, en plena efervescencia de la guerra submarina y su labor de evacuación de refugiados europeos, de salvamento de náufragos de los dos bandos en pleno océano... superó con creces cuanto podía esperarse de estos dos veteranos".
Con la vuelta de la paz, el Magallanes continuó en el servicio americano hasta octubre de 1953, en que fue amarrado en Bilbao a la espera de una modernización que nunca llegó. Se proyectó sustituir las turbinas por motores diesel y al final se renunció a toda iniciativa. En 1957 fue vendido a Desguaces y Salvamentos del Nervión y desmantelado un año después en Santurce.
Juan Carlos Díaz Lorenzo:
Nació en Fuencaliente de La Palma. En 1964 se trasladó con su familia a la capital tinerfeña y desde su casa en la calle La Marina tuvo sus primeros contactos con el mundo de la mar y los barcos. Realizó sus estudios en el colegio de los PP.Escolapios y en el Instituto de Bachillerato Andrés Bello, de Santa Cruz de Tenerife. Diplomado por la Escuela de Formación del Profesorado de la capital tinerfeña, amplió sus estudios en la licenciatura de Geografía e Historia, especialidad Historia del Arte, en la Universidad de San Fernando de La Laguna. Periodista e investigador naval, su andadura profesional ha discurrido en los periódicos El Día (1975-1980), Jornada (1980-1982) y Diario de Avisos(1984-1997), del que fue jefe de sección. Es miembro colegiado de la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife y autor de numerosos artículos y trabajos publicados en la prensa regional y nacional, así como en revistas y publicaciones especializadas. Durante los últimos veinte años ha mantenido una trayectoria de investigación constante, sigilosa, documentada y exigente, que se ha traducido, hasta el momento, en la publicación de una veintena de libros, la mayoría de temas navales, entre ellos se citan:
- 100 años de vapores interinsulares canarios (1989)
- Naviera Pinillos (1840-1990) 150 años de historia marinera (1990)
- Los trasatlánticos de la emigración (1947-1974) (1994)
- Antonio Armas Curbelo. La tradición de un naviero (1995)
- Por el mar de las islas. XV años de jet-foil en Canarias (1980-1995) (1995)
- Canarias y la Armada española (1995)
- Amancio Rodríguez Castaños. Un almirante del siglo XX (1996)
- Puerto y plaza fuerte, en dos tomos (El ataque anfibio de Nelson a Tenerife. La gesta del 25 de julio de 1797 y Presencia de la Armada en el puerto tinerfeño, 1997)
- Valbanera. Viaje a la eternidad (1997)
- La Palma, en la ruta de los veleros (1998)
- Trasmediterránea. Historia de la flota (1998)
- El turismo marítimo en La Palma (1998)
- El Hierro, la isla del Mediterráneo (1999)
- El puerto de Tazacorte. Evolución histórica (1999)
- Cien años de turismo marítimo en Tenerife (1999)
|